Las Illes Balears, con 82,5 víctimas por cada diez mil mujeres encabezó en 2015 la tasa de violencia de género en nuestro país. En lo que llevamos de año, en nuestra comunidad, seis mujeres han sido asesinadas por sus parejas. Muchas más lo han sido en España y en toda Europa.
En el primer trimestre de 2016, sólo en nuestro país, son más de 30.000 las mujeres que figuran como víctimas de la violencia de género. Y si hablamos del mundo, las cifras alcanzan niveles igualmente escalofriantes: la OMS calcula que una de cada tres mujeres han sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros, mientras la ONU estima que cada 18 segundos una mujer es maltratada en el mundo.
Números que, como asegura el decano del ICAIB en el artículo editorial del número 110 de Missèr, evidencian que la realidad de la barbarie machista se resiste a desaparecer y que, “en pleno siglo XXI, la sociedad mantiene un déficit de respeto haca nuestra iguales que no conoce fronteras, ni respeta edades, ni sabe de clases sociales”.
¿Hacemos lo suficiente para luchar contra la violencia de género? Se pregunta el decano. No, contesta. “Podemos y debemos hacer más. Mucho más”. Y añade: hacen falta medidas en todos los ámbitos -jurídico, social, psicológico, informativo, formativo, etcétera- y es necesario “caminar hacia un modelo educacional, hacia un patrón cultural basado en la no discriminación, en la igualdad y en el respeto. Un modelo que nos enseñe que la igualdad de género es un derecho de todos y de todas y, por tanto, una responsabilidad común”.